Andaba yo pensando que hay una cosa que hacen los japoneses, que en occidente no lo he visto hacer practicamente nunca, a los dibujantes de cómic.
Preguntarse “¿Qué tengo que hacer para que la gente lea mi historia?”
(Wall of Text, Rant) —>)
Por aquí se funciona de dos formas, fundamentalmente: se curra de encargo y dibujas lo que te dicen, o haces tus cosas personales que te gustan a tí.Este último camino es una cosa vista casi como vocacional, en plan “esto no es trabajo, lo hago porque me gusta” y por lo tanto, está condenado –tristemente- al fracaso en el 90% de los casos. Porque lo que suele pasar es que lo que le gusta al dibujante no es lo que le gusta al público en general, y el tebeo no se vende apenas.
No tengo nada en contra de que uno haga lo que le apetezca o le salga de las narices, pero sí que me molesta que después de hacerlo se lamenten de que el mundo no coincida en gustos con ellos y no se hayan vendido miles de ejemplares de eso que tanto les gusta a ellos y que tanto trabajo les ha costado. Lo he visto demasiadas veces salir de los deditos de dibujantes amateurs, no tan amateurs, incluso de editores. Y no es un mal endémico nuestro, aunque lo parezca; fuera también ocurre.
Señoras, señores y señoritas: DOS PIEDRAS.
¿Os habéis preguntado si vuestra historia le iba a gustar a La Gente? Sí, esa masa informe que tanto se desprecia y que consume Narutos y Bleachs y shojazos y películas de acción y de aventuras con muchos efectos especiales, y veían Buffy, y coleccionan figuritas de hadas.
Porque si vais a por las ventas de miles de ejemplares, vuestro público es ESE. A ellos es a quienes les tenéis que contar una historia que les guste. Les dá igual que hayáis invertido dos años o dos minutos, sólo quieren que sea chulo, que les haga pasar un buen rato y que MOLE. Si de paso les hacéis pensar son puntos extra, pero no es imprescindible. Si conseguís que se rían en alto o que lloren, ya podéis dejar de leer esto, que no va con vosotros; si les metéis miedo, pero miedo de verdad…dejad mail de contacto que quiero ser vuestra padawan, en serio.
También puede ser que todo eso os dé igual. Que tengáis una historia dentro y queráis contarla tal cual y sacarla fuera, y hacerlo por vosotros. Eso es muy válido también, claro, pero no esperéis que la cosa vaya a ser un éxito automático. A veces lo que tienes que contar conecta con la gente y a veces no; no es algo que se pueda predecir.
En realidad, NUNCA se puede predecir si lo que estás haciendo le va a gustar al personal o no. Se pueden hacer aproximaciones, claro, eso sí…pero la decisión final la toma el que coge el tebeo, lo abre y decide si se lo compra o no¹. Pero tampoco importa, porque a quien crea sólo para sí mismo no debería importarle que su obra no saliese nunca del cajón de su escritorio. Al fín y al cabo, la persona a quién iba dirigida ya la ha visto, ¿no?
Vamos a suponer que tenemos una tercera vía.Vamos a suponer que somos un dibujante que quiere llevar a cabo sus propios proyectos personales Y que la gente lo lea. Tengo una historia y quiero contártela, y quiero que te guste. Suena bién, ¿no?
En primer lugar, hay que ser honesto con uno mismo y preguntarse si se está al nivel de los títulos con los que se pretende competir. Normalmente los dibujantes de cómic pecan de exceso o falta de autoestima; si crees que eres lo mejor desde el pan de molde y no lo eres, te vas a dar un costalazo; y si no tienes fé en tu trabajo y no te lanzas, nunca verá la luz.
No se trata de compararse con Kishimoto, las Clamp o cualquier otra vaca sagrada, sino de echar un vistazo a LA MEDIA de calidad de lo que se publica. Si crees que podrías hacer algo que no desentonase, adelante. Si no, identifica qué es lo que te pone por debajo y trabaja en ello, hasta que llegues a esa media. Recuerda que tus lectores no son tu familia, ni tus amigos, ni la gente que te hace la pelota en tu blog; son un montón de gente que no te conoce y que sólo van a ver tu tebeo en la estantería, y tienen un presupuesto limitado. TÚ quieres que COJAN TU tebeo.Tienes que hacer que les merezca la pena, ¿no crees? Al menos que les entre por la vista mientras intentas que se enganchen a la historia. Nadie se compra un tebeo entintado con línea peluda y colores fluorescentes de photoshop salvo los chicos de ADLO!, así que ya sabéis. Hay que currarselo.
Vale, tenemos al Posible Lector con el tebeo en la mano. Le hemos hecho picar con un buen dibujo y un aspecto más o menos apetecible; entonces se pone a leer.
Y aquí es dónde se pierden lectores a chorro, así que mucho cuidado. Procurad evitar la tentación de versionar vuestro cómic favorito. Sé que desde el punto de vista del lector parece una insensatez, pero es sorprendente la de gente que se lanza a hacer “su” versión de ése título que les ha marcado. Suele ser señal de autor novato y no supervisado y además influye negativamente en el lector, que percibe la historia como “copia mala de”. Así que mucho cuidadito con superguerreros espaciales expertos en artes marciales, samuráis caídos en desgracia, ángeles y demonios reencarnados y demás fauna. No digo que no se puedan hacer según qué cosas, pero sed conscientes de vuestras referencias y de que los lectores también lo van a notar. Cambiad el enfoque, dadle un giro a los personajes, y si vuestro estilo de dibujo es similar porque aún andáis tras el vuestro propio, no intentéis imitar también la historia. El camino al infierno está empapelado con copias malas de Dragon Ball.
Recordad que esto no es Japón, ni siquiera los USA. Hay muchas posibilidades de que vuestro tebeo se quede en número único, os digan lo que os digan vuestros editores (o más todavía si os autoeditáis). No planifiquéis macrosagas de diez tomos*; los títulos de la Shonen Jump están estructurados en arcos argumentales por algo. Si os fijáis, el primer tomo siempre son historias autoconclusivas; esto es porque es cuando una serie corre más peligro de cancelación, y así se evita dejar colgado al lector en caso de que eso ocurriera.Adaptad la historia a los formatos a los que tenéis acceso, no al revés, o seréis “El autor de las series que nunca se terminaron”.No os engaño si os digo que vuestras posibilidades de publicar diez tomos, incluso cinco, de una misma historia son tirando a escasas. Haced uno con final abierto, y si tiene éxito podréis hacer más…y si no, el lector no habrá perdido nada y tendrá un final para su historia.
Hale, ya basta de pataleta. Próximamente lo de los arcos argumentales y las historias “cortas” en el manga, y cómo cambia el ritmo de éstas a los “blockbusters” (o incluso dentro del mismo título).
¹.- no hago referencia a los scans ni a los webcomics porque son grátis, y siempre se tiene mayor tolerancia por abajo si algo no te cuesta dinero. La gran mayoría de los webcómics no existirían si hubiese que pagar por leerlos, y la gente suele leer más series en scans de las que se compra porque hay cosas que si tuvieras que pagarlas, simplemente no las querrías.
*NO, NO LO HAGÁIS. Lo de Dave Sim es una excepción y lo sabéis ò_ó